Los equipos mixtos comenzaron a las 20.30 horas. En los hoteles que acogen a los participantes en el Encuentro, el martes y el miércoles tuvieron lugar los equipos mixtos, como siempre un momento de intercambio intenso y profundo entre los miembros del Movimiento.
Los miembros de los equipos, divididos por idiomas, se reunieron al final de la cena para compartir juntos meditaciones en torno a las pistas proporcionadas por el Movimiento: releer la propia vida a la luz de la Palabra, encontrar las huellas de Dios en la vida cotidiana.
No siempre es fácil hablar una lengua que no es la propia, pero todos estuvieron de acuerdo: no importa, entre tartamudeos, sonrisas y manos todos consiguieron entenderse. El milagro del Encuentro es que todo se resuelve de forma sencilla.
Paula y Miguel, de Brasilia, se muestran entusiasmados: «Conocimos a parejas maravillosas con las que hablamos de nuestro día a día. Un momento de gracia y amistad.