Los Discípulos en el camino de Emaús, Relieve de piedra
Esquina Noroeste del Claustro bajo del Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos, España)
Finales del siglo XI-principios del Siglo XII

Van de camino, Jesús les acompaña, no saben quién es. 

Vamos de camino, Jesús nos acompaña, vamos peregrinando hacia Santiago. Como tantos peregrinos hicieron antes que nosotros, nos hemos desviado un poco del camino tradicional y entramos en un monasterio. Recorremos el claustro bajo y  en sus ángulos vamos contemplando los relieves pareados. La Ascensión y Pentecostés, La Sepultura y el Descendimiento. Nos quedamos mirando a los Discípulos de Emaús que comparten esquina con La Duda de Santo Tomás. El monasterio benedictino que nos acoge es Santo Domingo de Silos en Burgos, rodeado de altos montes.  Su claustro, un lugar de recogimiento y oración. El llamado primer maestro románico, más bien un taller de escultores de finales del siglo XI talló los relieves, que luego serían completados por otro taller más tardío en la cuarta esquina. 

Como tantos otros antes que nosotros, vemos a los dos discípulos que siguen a Jesús, un peregrino, que lleva una sencilla bolsa para el camino con la concha de Santiago. Algo más alto que ellos, incluso se sale del marco, una pequeña arquería entre dos columnas, es sin duda, la figura principal. Jesús se gira ligeramente, cuando nota que Cleofás le toca el hombro con el brazo izquierdo para pedirle que no siga caminando, que se quede con ellos. Vemos los pies de los  discípulos tratando de mostrar el movimiento, un recurso ingenuo, como se hacía en el románico, siguiendo una misma dirección. Uno de los pies de Cristo se gira, y con ese giro sabemos que se va a detener. El brazo derecho de Cleofás, con esa fuerza ascendente, hace que nuestra mirada se centre en el rostro de Cristo, al que el discípulo mira también. El otro discípulo, tiene entre sus manos un libro, que Cristo les va a leer, para explicarles bien “todo lo que se refería a él en las Escrituras”.

Vamos de camino,  Jesús nos acompaña, a veces no lo reconocemos, pero seguimos adelante. Hemos decidido ir a Turín.

Mercedes Gómez-Ferrer
Profesora de Historia del Arte
Universitat de València
Equipo Valencia 101

Los Discípulos en el camino de Emaús, Relieve de piedra